29 de agosto de 2008

Batman "El caballero oscuro" y el nuevo cine de superhéroes


Algo está pasando últimamente con las películas de superhéroes. La patente escasez creativa de Hollywood no ha llevado sólo a hacer sagas de los cómics más vendidos y famosos (como pasa con Spiderman o X-men) sino que además, hace tiempo ya que hincó el diente a las obras maestras del género, y las pasó a cine (como "V de Vendetta", "300", "Sin City" o la próxima "Watchmen"). Ahora esta claro que nada impreso está a salvo de pasar a ser convertido en celuloide, (y por supuesto, ningún libro tampoco se puede librar de ello).

Con los superhéroes, el problema obvio de pasar a este tipo de personaje al cine era evidente: que al igual que pasa en el papel, el héroe por mucho que se quiera, tiene que actuar como tal, y acaba resultando tan cansino y repetitivo que aburre, sobre todo cuando hay que escribir historias e historias sobre él, en interminables sagas. Seguir manteniendo el interés con el mismo protagonista no es fácil, pero no se trata de contar historias muy diferentes, se trata de contar las mismas historias que siempre, pero de tal forma que la gente piense que son completamente nuevas.

Una forma muy efectiva de hacerlo es empezando a enfrentar al protagonista con crisis personales de índole más o menos grave. Tratándose de héroes, enfrentarlos a crisis es más complicado, pues estamos hablando de personajes ya de por sí estereotipados. Pero igualmente se hace, y entonces el héroe pierde parte de su "gracia divina" para pasar a ser casi como un mortal más, eso sí que lleva consigo una responsabilidad mayor que la cualquiera podría imaginar. Los héroes de las sagas se van mostrando así más humanos, más enfrentados con problemas que les hacen dudar continuamente, más inseguros.

Observando lo último que se ha hecho de cine sobre super*héroes, creo que se nota bastante ese cambio. El héroe convencional no vende ya, así que le dan la vuelta, lo reconvierten, lo transforman en villano, en antihéroe o en inútil ("Spiderman 3" o "Hancock"). Las películas
ya no tienen claro qué tipo de héroe quieren, pero está claro que no al de siempre, ahora tiene un toque oscuro, o caótico, le puede dar mil vueltas a la historia, hasta hacerla incomprensible o confusa, y que el espectador esté perdido entre tanto cambio y giro argumental continuo.

En "El caballero oscuro" no hay duda de que se ha puesto una vez más el mismo mecanismo de siempre:"vamos a putear al héroe" Sólo que esta vez hay que decir que el sistema funciona a la perfección, encaja, y los toques usados para adaptar al viejo héroe a una historia que a pesar de ser la misma de siempre, sorprenda y enganche como pocas, son realmente buenos. La vuelta de tuerca a Batman le convierte en un héroe (aún más) atormentado que de costumbre, muchísimo más agresivo y oscuro, a un paso de convertirse en villano.

La película, sin duda la más violenta de la saga, cuestiona la innata bondad o maldad humanas, y aborda los temas de la locura y la venganza, utilizando entre otros al personaje del Joker, (Heath Ledger), personaje que alcanza tal poder en pantalla, (gracias a la gran actuación de Heath) que parece eclipsar el protagonismo del propio batman. Para mí, creo que es de las mejores de la saga, y apuesto que le caerá seguro algún óscar.

Título en español: El Caballero Oscuro
Título Original: The Dark Knight
Nacionalidad: USA
Año: 2008
Director: Christopher Nolan
Guión: Jonathan Nolan
Música: James Newton Howard, Hans Zimmer
Reparto: Christian Bale, Heath Ledger, Michael Caine, Gary Oldman, Maggie Gyllenhaal, Morgan Freeman, Eric Roberts
Duración: 152 min.

25 de agosto de 2008

Uno de los nuestros: ser gánsger desde abajo


El pequeño Henry no quería estudiar para convertirse en médico, ni abogado, ni ser corredor de bolsa, ni banquero: desde siempre tuvo muy claro que él sólo quería ser gángster. Así que trabajó desde pequeñito con la mafia local, a pesar de la oposición de sus padres. Con el tiempo, el pequeño Henry fue escalando puestos hasta convertirse en una persona realmente poderosa. Pero la vida de gánster no es nada fácil, ni siquiera para los más buenos, y menos para alguien que no tiene sangre pura siciliana. "Uno de los nuestros" es una gran película, que muestra como pocas el funcionamiento de las mafias a través de la vida del protagonista. Basada en hechos reales, es cruda y violenta, en ocasiones, pero tiene numerosos momentos divertidos, y aunque es una película bastante larga, no decae en ningún momento. Una película imprescindible del cine negro.


Título en español: Uno de los nuestros
Título original: Goodfellas
Año de producción: 1990
Nacionalidad: EEUU
Director: Martin Scorsese
Producción: Warner Bros.
Guión: Nicholas Pileggi & Martin Scorsese
Reparto: Robert De Niro, Ray Liotta, Joe Pesci, Lorraine Bracco, Samuel L. Jackson, Paul Sorvino, Debi Mazar, Mike Starr, Tony Darrow, Frank Sivero, Frank Vincent, Chuck Low, Frank DiLeo
Duración: 148 mín

23 de agosto de 2008

Furia


Fue la primera película americana de Frizt Lang y sorprendentemente está inspirada en una situación real. Joe Wilson (Spencer Tracy) planea casarse con su novia (Silvia Sidney), pero aplaza la boda por falta de dinero. Ambos se separan durante un año para casarse a su encuentro, pero antes de producirse, la policía detiene a Joe como sospechoso de un secuestro. Todas la pruebas parecen apuntar hacia él, pero Joe es completamente inocente. En espera de más pruebas concluyentes, Joe es encerrado en la comisaría mientras su novia se desespera por su misteriosa desaparición. La multitud, que presupone que es él el causante del horrible crimen, se lanza enardecida hacia la comisaría e intenta linchar a Joe.
Lang trata la furia y el ansia de venganza como tema de la película. También el comportamiento de las masas, actuando sin control. Lo que menos me gustó de la película fue quizá su mensaje final de moralina, pero aún así es una gran película que hace pensar.


Título en español: Furia
Título original: Fury
Año de producción: 1936
Nacionalidad: EEUU
Director: Frizt Lang
Producción: Joseph Leo Mankiewicz
Guión:Bartlett Cormack, Norman Krasna, Fritz Lang
Reparto: Sylvia Sidney, Walter Abel, Edward Ellis, Frank Albertson, Arthur Stone, Spencer Tracy, Bruce Cabot, Walter Brennan, George Walcott
Música: Franz Waxman
Duración: 90 mín

19 de agosto de 2008

Mad World: Más ultraviolencia, queridos drugos



La Wii, la consola que en la actualidad más se acerca a la realidad virtual, planea sacar MadWorld, un juego de extrema violencia, todo en blanco y negro, donde la sangre es el único elemento en color. La propuesta se vende como revolucionaria y artísticamente novedosa por el cuidado diseño de los escenarios (inspirado claramente en Sin City). El jugador podrá manejar a Jack, el protagonista, y matar, descuartizar y destrozar a sus rivales con ayuda de los mando de la Wii, y usando para ello todo tipo de armas y herramientas virtuales, como sierras eléctricas o sus propios golpes. Cómo no, las asociaciones de padres han dado el grito de alarma ante la idea. No sólo porque el juego se vende como lo que es, una oda a la violencia gratuita y alegremente desenfrenada, sino porque la idea de ver a sus niños jugando a algo así les resulta más que inquietante, y temen que asuntos como el famoso asesino de la katana puedan repetirse, sobre todo tratándose de una consola donde son los propios movimientos del jugador los que marcan la acción del personaje. Pero a pesar de sus quejas, lo cierto es que más de uno recibirá con los brazos abiertos un juego de violencia pura donde descargar adrenalina. Y me parece que ganará la faceta macarra, como ha pasado tantas otras veces en estos temas. Se puede hablar todo lo que se quiera de la moralidad o no moralidad de estos juegos, pero lo que es claro es que la demanda de violencia es cada vez mayor. Cada vez más jóvenes se mueren por destrozar cosas, matar etc... y en todos los campos, no sólo en los juegos sino también en el cine se puede decir que el nivel de violencia se va elevando día a día. Las asociaciones de padres también lamentan este fenómeno. Pero lo que no ven o quieren ver es que esa violencia es demandada por un determinado público, más o menos joven, que la consume de forma compulsiva. Si hay juegos violentos o películas violentas, es fundamentalmente porque la gente los demanda en gran medida. Incluso existe gente que pueda decir que los necesita, paradójicamente, para no acabar haciendo lo que hizo el asesino de la katana.

Respecto a la violencia, vista o jugada, existen en psicología dos teorías, totalmente opuestas. En la primera, se considera que la persona que ve, o realiza continuamente actos de alto contenido violento, acabará por repetirlos en su conducta habitual, es decir, ver cosas violentas o hacerlas nos vuelve violentos. La segunda teoría mantiene justo lo contrario, ver violencia o practicarla, produce en el sujeto una alteración de su estado habitual (subida de adrenalina, aceleración del pulso, etc) que actúan como una "descarga" por decirlo de algún modo, y provocan que a la larga esa persona sea menos violenta, pues ya se ha "desahogado" por medio de esa violencia eventual.
Sea lo que sea, yo creo que sí somos más violentos, en relación directa a nuestro grado de desquicie postmoderno, pero no creo que la solución sea prohibir nada e ignorar el problema de base. Y casos como el famoso asesino de la katana, está demostrado que no tienen ninguna relación directa con los videojuegos, sino que son fruto de alteraciones psicológicas graves.

13 de agosto de 2008

Wall-E


Cómo no, tocaba ver la última película de Pixar, Wall-e. Había oído ya buenas críticas de ella, y tengo que decir que sí que está a la altura. Pixar ha demostrado que sabe hacer las cosas bien, y contar grandes historias, sobre todo si Diney no mete por el medio su resabido discurso acaramelado. Wall-e es sorprendente, no sólo por su mensaje, claramente ecologista, sino por su ácido ataque contra muchas de las formas de vida actuales que priman la comodidad y el consumismo por encima de todo. Y no es de extrañar por ello que la película haya levantado más de una ampolla, sobre todo en EEUU. Un planeta tierra devastado y lleno de basura, que los humanos han abandonado para irse a vivir al espacio, mientras esperan siglos confinados en una estación espacial donde viven con todo tipo de lujos, cebados y agilipollados hasta su más completa inutilidad. La degeneración de la especie plasmada en una raza que tan acostumbrada a vivir de pantallas táctiles no sabe ni abrir un libro. Wall-e resulta conmovedora, para todo tipo de público y creo que una de las mejores películas de animación que se han hecho hasta la fecha. Con numerosos guiños, (a "cortocircuito" y sobre todo a "2001 una odisea en el espacio"), la película, con su mensaje post-apocalíptico, hace pensar a cualquiera. Lástima que a pesar de todo ello, vaya acompañada de la consabida campaña para vender muñequitos y demás merchandising del entrañable robotito.

7 de agosto de 2008

Puñales y bichejos

Me compré el día pasado un juego de cartas llamado "criaturas y cultistas" que va de llevar tu propia secta e invocar a tu deidad para destruir la tierra. Ésta fue la primera carta que vi nada más abrir la caja, lo que dadas mis presentes circunstancias personales, no deja de tener gracia. Con respecto al juego está obviamente inspirado en los mitos de Cthulhu, y tiene pinta de ser bastante gracioso, con cartas para invocar Shantaks, Hastur y demás bichería de Los Mitos.


El sistema de juego es curioso porque combina las tiradas de dados que dan las características de la secta con las cartas, incluye penalizadores y bonificadores por cada acción realizada, etc. En resumen, que tiene tanto de juego de rol como de cartas. Este finde que me voy fuera de madrid, lo vamos a probar a ver qué tal. Tengo que pensar de momento con qué bichejo me monto yo la secta para acabar con toda la Humanidad... XD

5 de agosto de 2008

Formas de hacer cine I: Cine Clásico


Escribiendo el post anterior sobre el "silencio de un hombre" me di cuenta de que estaría bien explicar algo sobre formas generales de hacer cine. Esta es una clasificación particular que sigue un antiguo profesor mío de la facultad, llamado Jesús González Requena. A mí me parece bastante acertada, y creo que muchos aspectos del cine actual se pueden entender mejor con ella. A lo largo de varios posts voy a ir comentando su teoría tal y como la veo yo, si estáis interesados, lo mejor es conseguirse su libro (la referencia está al final de este texto). Puede parecer que de un gran rodeo, pero no hay otra forma de llegar al tema que explicando muchas otras cosas antes.

Ante todo, no quiero confundir el llamado cine clásico por el público en general, entendido como la totalidad de las películas producidas antes de los 60 (que por cierto es también la etiqueta que se usa en este blog) con lo que vamos a llamar ahora Cine Clásico, que son sólo una parte de las anteriores que siguen ciertos rasgos de estilo y narración.

Lo primero que habría que decir sobre el tema es que el cine se tiene que entender, cosa que puede parecer obvia es que el cine es de por sí un arte narrativo. Con narrativo queremos decir que cuenta algo, que principalmente trata de plasmar una historia. Así ha funcionado la mayor parte del cine y lo que nos llega hasta ahora sigue el mismo patrón. Por supuesto que hay cine que no sigue esta línea, como por ejemplo algunas películas de cine arte, pero como esta clasificación se aplica de forma general al cine entendido como fenómeno de masas, podemos no tenerlas en cuenta.
Sobre las narraciones antes de que apareciese el cine ya había mucho escrito. Las narraciones, entendidas como relatos, o cuentos aparecen en todas las culturas de la tierra, y muchas veces se diferencian bien poco en su estructura. Antes de que la gente inventase la escritura, ya había narraciones, bien relatadas por el jefe de la tribu o el chamán en actos vinculados con conocimientos mágicos o simbólicos.

Con la aparición de la escritura, algunas narraciones se plasmaron ya por escrito. Cuando se investigó cómo funcionaba una narración a nivel básico se recurrió a las narraciones más viejas y primitivas, aquellas que eran más "puras". Estas narraciones eran los mitos, leyendas y cuentos infantiles. Analizados uno a uno, se encontraron similitudes entre todos ellos. (el trabajo de Propp sobre el cuento maravilloso, lo más conocido sobre el tema).

Aún a pesar de las diferencias culturales, parecía que todos los relatos de la humanidad seguían un patrón concreto. El patrón básico era muy simple: un personaje (héroe) trataba de conseguir algo ( un objeto de deseo) pero ciertas circunstancias o personajes (antagonistas) se le oponían. El relato narraba cómo el héroe lograba atravesar todas las dificultades, vencer a su oponente y alzarse con el objeto de deseo. La diferencia básica entre el héroe y el antagonista, que suelen competir por el mismo objeto de deseo, era la dimensión moral del héroe, de la que el antagonista carecía. Esta dimensión moral de la tarea del héroe estaba dada por un tercero, llamado destinatario, que simbolizaba la Ley o lo que debía hacerse. En muchos cuentos, es este destinatario el que encargaba la tarea al héroe, y le anima a seguir su camino. En otros, este destinatario no aparece, o no existe, pero su función sigue estando ahí. El análisis de los cuentos reveló que existían dos estructuras o ejes subyacentes en los relatos llamados Míticos: la estructura de la carencia (héroe desea objeto) y la estructura de la Ley ( héroe ha de acatar ciertos mandatos o normas morales para conseguirlo). La primera estructura se mueve en el mero plano de satisfacer necesidades, la segunda da la dimensión moral al relato y eleva la persona a la categoría de héroe, porque es capaz de seguir una moral. Es el hecho de que el héroe pueda respetar una moral o comportamiento ético, lo que le diferencia del antagonista, movido sólo por sus impulsos.

Sin meternos en análisis psicológicos o antropológicos profundos, como resumen esta estructura tiene como función en cualquier cultura formar a un individuo para una sociedad, no sólo una persona capaz de valerse por sí misma y conseguir lo que quiera, sino capaz de vivir con sus semejantes, para lo que es imprescindible un código ético proporcionado por la estructura de la Ley del relato. Por ello, todos los relatos míticos siguen este modelo: no son sólo relatos, su función es transmitir a los miembros de una sociedad una forma de comportarse y de vivir en armonía. Para hacer un relato, no es necesario que se den estas dos estructuras, sólo con la estructura de la carencia (alguien quiere algo y lucha por conseguirlo) es suficiente. Pero como ya hemos dicho, es la estructura de la Ley la que le da la dimensión moral a la narración. Los relatos que contienen ambos ejes (el de la carencia y el de la Ley) se llaman Relatos Simbólicos, la Ilíada, la Odisea, y muchos de las grandes narraciones de la humanidad, siguen este modelo. Es eterno e inalterable, y tiene un gran poder de atracción para todo el mundo, porque responde a necesidades psicológicas individuales inconscientes.

Al hablar de Cine Clásico, el de hollywood fue la única forma de arte que siguió narrando historias de este tipo, es decir de dimensiones épicas. Cuando como conté en otro post, en el siglo XX todo el arte se vuelca por formas de hacer arte cada vez más extrañas al individuo, en el cine clásico de hollywood sucede al revés, y se narran grandes hazañas épicas, con héroes, villanos, etc. En esto radicó el gran poder de atracción del cine de hollywood de la época dorada. Los relatos de índole "épica" fascinan a todo el mundo por igual, porque su poder simbólico es muy grande. En ésto radica todavía hoy, el gran éxito de sagas míticas como Star Wars o El señor de los anillos y afines, son relatos épicos que dan otra vuelta de tuerca a la misma estructura. Todavía ahora se sigue intentando usar la misma fórmula, con más bien menos éxito.

Volviendo al cine clásico, la forma de narrar un relato simbólico en cine no es cualquiera, si no una particular que dé al espectador una idea sobre qué está realmente pasando en la historia y cúal es la posición de cada uno de los personajes. El cine clásico no abusa de planos subjetivos de un personaje, (ver exactamente lo mismo que él ve en ese momento) siempre muestra una distancia justa entre lo que está ocurriendo y lo que se muestra, suficiente para que podamos juzgar cómo obra cada personaje de forma global. Se mantiene "neutral" sin resultar frío ni distante, y permite la identificación justa con cada personaje. Este modo de realización se caracteriza por una aparente "claridad" narrativa durante todo el relato.Esta "claridad" nos deja percibir los actos de cada protagonista de forma que podamos situarlos claramente dentro del relato, sabiendo claramente cómo actúa cada uno. La identificación del espectador se produce siempre con el protagonista, el héroe. En el relato clásico, el héroe suele alcanzar sus objetivos, conquistar a la chica y casarse con ella. El cine de géneros de hollywood entre los años 40 y 60 sigue firmemente esta estructura, salvo contadas excepciones. En la imagen podéis ver un fotograma de la diligencia, de John Ford, película que podríamos poner de ejemplo.


Título: Clásico, Manierista, Postclásico
Autor: Jesús González Requena
Editorial: Trama y fondo

el sopor de un hombre




Rapiñando pelis por la facultad, me hice con "el silencio de un hombre", más cine negro esta vez francés. La película, catalogada como "obra maestra", narra la historia de un hombre llamado Jeff Costello, que se encarga de asesinar a sueldo, y que es engañado por sus socios. Lo cierto es que pasada ya una hora de película, el espectador medio ni se entera de que va el asunto, ni le importa ya. A mí me ha costado una semana acabármela. Y es que aunque el tema siga siendo el mismo asunto de asesinatos y mafiosos y demás, la realización al estilo europeo, con prácticamente ningún diálogo y planos larguísmos, logran a la perfección justo lo que pretenden: que nadie se identifique con ninguno de los personajes de la trama, y que en consecuencia, todo pierda radicalmente su interés, pues todos los actos (incluidas las muertes) no parecen más emocionantes que lo que podrían parecer en un documental de national geographic. Saber qué demonios pasa por la cabeza del protagonista, o de cualquiera de los personajes es todo un reto. Esto resta muchísimo al interés que pueda despertar ninguna película, como se comprenderá, pero hay que entender que también es ésa la intención. Puede resultar interesante si quéreis ver cómo se adoptó el género negro a la forma de hacer cine europea, en cualquier caso.




Título en español: El silencio de un hombre
Título original: Le samouraï
Año de producción: 1967
Nacionalidad: Francia
Director: Jean-Pierre Melville
Producción: Coproducción Francia-Italia; Filmel / FIlms Borderie / T.C.P. / Fida Cinematografica
Guión: Jean Pierre Melville
Reparto: Alain Delon, Nathalie Delon, Caty Rosier
Música: François de Roubaix
Duración: 105 mín