21 de marzo de 2010

pozos de ambición



California finales del siglo XIX, en plena fiebre del petróleo. El oro negro enriquece a quien lo encuentra, transforma la región y da prosperidad a sus habitantes, en lo que antes era una tierra inhóspita y estéril. Rondan por todo el país hombres sedientos de fortuna, tratando de hacerse con aquellos terrenos que contengan el ansiado recurso.
Daniel Plainview es uno de ellos. Un antiguo minero retirado, abriéndose camino en el floreciente mundo del negocio petrolífero. Le acompaña un niño, al que presenta como su hijo. Juntos recorren desoladas regiones de EEUU buscando terrenos que explotar. Pero convencer a los habitantes para que les vendan a bajo coste sus valiosas tierras no siempre les será fácil.


There will be blood es una película basada en el libro Oil, de Upton Sinclair, sobre fiebre del petróleo en EEUU, la transformación y consolidación de la sociedad americana y sus valores.

Y este retrato se forja a través de la historia de tres personajes (un petrolero, su hijo y un predicador), cuyas vidas se ven seriamente transformadas por el petróleo mismo que les enriquece.

Estas dos lecturas hacen de pozos una gran película, no sólo por su fiel representación del la América del siglo XIX, sino también por sus protagonistas.
Daniel Plainview, el petrolero en busca de fortuna, es el hilo conductor de toda la película, un personaje hosco y críptico, consumido por sus propias ansias, que es interpretado de forma excelente por Daniel Day-Lewis.
Como contrapunto, Eli Sunday, es un joven predicador que hace gala de grandes dotes dramáticas en sus sermones. Compartirá con Daniels un marcado interés por prosperar, sólo que la fortuna que busca atesorar, en lugar de petróleo, son más fieles para su propia iglesia.
El fanatismo religioso de Eli chocará de forma brusca con el profundo escepticismo de Daniel, formándose así las bases de una relación profundamente interesada entre ambos, que traerá funestas consecuencias.

Con una atmósfera tan opaca como la propia trama, la fotografía de la película es más que reseñable, cuadros de amarillentos paisajes desérticos donde se alzan los quebradizos pozos que pueden saltar en cualquier momento en llamas. La lobreguez del paisaje enmarca a la perfección una historia donde la corrupción va atacando paulatinamente a sus personajes.

En definitiva, una recomendable obra, tanto técnica como artísticamente, que podría ayudar a comprender muchos de los males actuales de nuestra propia sociedad.



Titulo en español: Pozos de ambición
Título original: There will be blood
Año: 2007
País: EE.UU
Director: Paul Thomas Anderson
Guión: Paul Thomas Anderson (Novela: Upton Sinclair)
Música: Jonny Greenwood
Fotografía: Robert Elswit
Reparto: Daniel Day-Lewis, Paul Dano, Kevin J. O'Connor, Ciarán Hinds, Russell Harvard
Productora: Miramax Films / Paramount Pictures
Duración: 158min.
Premios: 2 Óscars, mejor actor principal Daniel Day-Lewis, mejor fotografía.

1 comentarios:

Morticiaarias dijo...

A mí me llevó a la desesperación, se me hizo larguísima y con eso te lo digo todo...