8 de septiembre de 2008

Formas de hacer cine II: El cine "Manierista"


Ya hablé hace tiempo en la primera entrada de cómo se entendía el cine clásico. Ahora que hay tiempo, voy a hablar de la segunda clasificación de Requena, el cine llamado Manierista. Antes de empezar con las características de este cine, aclararé el término.

"Manierismo" es un estilo artístico que apareció antes de la llegada del estilo Barroco en pintura. Se caracteriza por un desplazamiento de las ideas de belleza del perído Clásico. Estas ideas seguían patrones férreos en cuanto a proporciones, equilibrio y armonía compositivas que pretendían ser lo más naturalistas posible. Las obras clásicas eran perfectamente proporcionadas, armónicas y naturalistas, pero como consecuencia, la libertad creativa de los artistas y la expresividad de la obra estaba muy limitada.

El Manierismo fue uno de los movimientos que fueron apareciendo progresivamente y con el cual los artistas comenzaron a alejarse del naturalismo de las composiciones clásicas. Para expresar emociones las figuras debían de cambiar de posición, retorcerse, los colores tenían que cambiar a gamas más irreales y las composiciones no tenían porqué estar siempre completamente equilibradas.
Antes de llegar al punto donde ésto se haría de forma radical, que sería con la llegada del Barroco, el Manierismo fue uno de los movimientos intermedios en el cual los artistas, aún siguiendo las técnicas y los conocimientos de los pintores clásicos, empezaron a introducir variaciones en el tema de sus obras o en su forma de pintar que los iba alejando del Clasicismo.

En cine el término Manierista lo usamos para referirnos al cine de Hollywood a partir de los años 50, cuando lo que hemos definido en el post anterior como forma de Cine Clásico, comenzó a entrar en crisis.

El cine Manierista sigue la misma forma de hacer del cine clásico, pero diverge con él en que el poder del héroe, y de todo el acto heroico del que hemos hablado, está increíblemente debilitado.

El héroe de los relatos manieristas, dudará ante su objetivo, o no conseguirá alcanzarlo. Se producirá una clara debilitación en la estructura de eje de la donación, que marcaba la dimensión moral del acto del héroe, y debido a ello, el héroe se verá ahora atrapado por el eje de la carencia, y comenzará a actuar sin seguir una Ley a la hora de conseguir este objeto, lo que le hará perder su dimensión heroica para convertirse en un sujeto lleno de dudas y contradicciones.

Debido al debilitamiento o la ausencia de la de la dimensión moral de sus actos, el protagonista, antes héroe, será un personaje lleno de dudas y confuso. Los demás personajes aparecerán también de una forma mucho más vaga, la ambigüedad y el engaño serán los que manden, y nada ni nadie será lo que parece.

Toda la fuerza de la obra se concentrará ahora en la forma de escritura cinematográfica, que reflejará esta ambigüedad por medio de diversos procedimientos. La forma de rodar contará con multitud de planos subjetivos (planos donde se nos muestra el punto de vista concreto de un personaje), aparecerán representados sueños, o ensoñaciones de los personajes, sin que sepamos muchas veces sin son reales o no, también planos de puro alardeo técnico, todo ello haciendo la narración más dificultosa, pero generando una auténtico despliegue de efectos visuales que atrapan al espectador y le obligan a rendirse a un mundo donde reina la fascinación por lo irreal. Saber qué está pasando realmente comenzará a ser difícil, pues todo en la historia (presente, pasado, futuro y sueños y ensoñaciones de cada personaje) se confundirá cada vez más.

El manierismo va anteponiendo en cierto modo, eso que ya conocemos ahora tan bien, de que la historia deja de ser importante para ser lo más la forma en que es mostrada, es decir, primar los efectos de la escritura del propio autor sobre la narración, porque la historia es más confusa que nunca. Los trucos visuales, los efectos especiales, el dilema bueno o malo, son propiamente manieristas, y contribuyen a generar en el espectador ese juego real o irreal?, que eclipsa la dimensión propiamente heroica de la historia.

Un género manierista desde su concepción es el género negro, donde los personajes nunca son lo que aparentan hasta el último minuto, y desde el primer momento estamos a expensas de lo que sabe el protagonista. El propio Hollywood, o el teatro como escenarios donde se generan todo tipo de representaciones, serán también perfectos para las películas de corte manierista (Eva al desnudo, o cantando bajo la lluvia). Como más ejemplos concretos de otras películas, podemos hablar de Vértigo, Con la muerte en los talones, La ventana indiscreta, la dama de Shanghai, o Rebecca.

7 comentarios:

AlexSlocker dijo...

Vértigo, Con la muerte en los talones, La ventana indiscreta, (..), o Rebecca.

Venga y ahora alguna que no sea de Hitchcock :P

Gupo Wasabi dijo...

jeje, ya me había dado cuenta, pero no puedo evitarlo :P

AlexSlocker dijo...

Ey, ey, ey, ¿¿¿dónde está la fotografía de 'Con la Muerte en los Talones'???

rosaura dijo...

el jeque blanco de fellini es un ejemplo manierista para hablar de algo que no se hitchcock!

Unknown dijo...

El cine de los hermanos Cohen, especialmente the big lebowski

Anónimo dijo...

Bellissima de Visconti.
Bienvenido Mr. Marshall, Berlanga.

Saludos a todos.....varios años después!

ariel dijo...

Cabe destacar que el cine manierista pone en evidencia la escritura y perturba esa mirada clasica lineal de transparencia (de no evidenciar al enunciador del relato). Es el fin de la apoteosis de la mirada del sujeto y lo hace mas activo (y no se le sirve todo en bandeja como el cine clasico).